“Viví con mi familia en el barrio de Los Rosales (Murcia), donde las calles son peatonales y todos éramos una familia…»
El pasado día 12 de julio, Ginés Martínez, compañero y vocal de la Junta Directiva de la Asociación Murcia Cohousing fue entrevistado en elDiario.es por la periodista Erena Calvo.
A lo largo de una extensa entrevista, Ginés, en respuesta a las preguntas formuladas, fue detallando los objetivos que definen la Asociación, a la vez que compartía aspectos esenciales de los proyectos de viviendas colaborativas.
Nivel de compromiso de las administraciones públicas, organización, aspectos jurídicos, relaciones con el entorno, financiación… son aspectos que conoce bien, dada su dilatada experiencia en este universo del asociacionismo y de la vida comunitaria.
No faltó un esbozo de la situación actual de los proyectos de cohousing en la Región de Murcia.
Objetivos de la Asociación
Comenzó su entrevista recordando cómo hace cuatro años, aproximadamente, nació la Asociación: «Éramos un par de grupos de personas con el mismo objetivo de modelo de vida que nos unimos creando Murcia Cohousing; queríamos estudiar las posibilidades de las viviendas colaborativas, que nos parece muy enriquecedor a nivel humano y social».
En la actualidad, el objetivo de la Asociación sigue siendo la difusión de este modelo de vida, además de servir de apoyo a los nuevos grupos y de reivindicar que las administraciones públicas reconozcan que «este modelo es válido para colectivos de jóvenes y también para mayores». Este reconocimiento ayudaría a «derribar prejuicios».
A este respecto, mencionó el plan regional ‘Haciendo Hogar’ en el que se contempla que el cohousing pueda optar a la cesión de suelo público y a recibir determinadas ayudas del Plan Estatal de la Vivienda 2022/2025, aunque, reflexionó, la acción principal tiene que partir de los grupos humanos interesados, ya que «la administración no es la responsable de hacer promociones de viviendas para cohousing».
Organización de un cohousing
«Para arrancar (un proyecto de cohousing) se necesita un grupo cohesionado», con valores y principios afines, que han de decidir «cómo y dónde quieren vivir… Es muy importante que exista esa unión para afrontar los problemas que pueden surgir en la convivencia», respondió a una pregunta.
A continuación, se refirió a la división de los espacios en un edificio colaborativo, con la reducción de las zonas privativas a lo estrictamente necesario: baños, dormitorios… En muchos casos, la sala de estar, la cocina, la lavandería, el taller de bricolaje… pueden ser comunitarios. «Se trata de romper con el modelo actual de vecinos apiñados en bloques donde no conocemos a prácticamente nadie».
En cuanto a la forma jurídica que suelen adoptar estas viviendas, habló de ‘cooperativas sin ánimo de lucro’. Para evitar la especulación, la cooperativa es la propietaria de todos los espacios, privados, comunitarios y comunes, que «cede a los socios en cesión de uso de por vida o mientras quieran formar parte del proyecto. Eso garantiza una estabilidad».
Iniciativas en marcha en Murcia
Hizo referencia a un conjunto de iniciativas en diferentes estadios de desarrollo que cuentan con el apoyo de la Asociación: una cooperativa de cinco familias jóvenes que quieren compartir la crianza de sus hijos y que están empezando la construcción de su vivienda; otra cooperativa intergeneracional más numerosa que ya posee terreno y un proyecto arquitectónico muy ambicioso; una tercera cooperativa intergeneracional con vocación rural; otro grupo senior que quiere instalarse en la montaña y un amplio grupo embrión que se encuentra en sus inicios.
El cohousing y su entorno
Mencionó los beneficios que ofrece vivir en un cohousing para los mayores que no desean entrar en una residencia ni depender de los hijos: mantener un estilo de vida activa, autonomía personal, capacidad de decisión…, a la vez que constituye una excelente alternativa de acceso a la vivienda para jóvenes.
«Vivir en un cohousing no solo es un estilo de vida positivo para el individuo, sino también para la comunidad que le rodea», resaltó. Este tipo de viviendas pueden convertirse en «elementos dinamizadores del entorno social».
Así que dibujó una imagen muy favorable de las viviendas colaborativas y del entorno en el que se ubican, ya que suelen compartir sus espacios y saberes con el vecindario.
También pueden ayudar a «mitigar la despoblación» en zonas rurales. «Es algo muy potente», señaló.
Financiación de un cohousing
Un tema nada baladí es el de la financiación de una vivienda colaborativa. Consideró que los costes en la construcción de una vivienda colaborativa se reducen notablemente al poder prescindir de los gastos de los intermediarios, ya que la cooperativa es, a su vez, promotora (se calcula el ahorro entre un 20% y un 30%); además de poder recibir ayudas de la administración local o autonómica, en forma de cesión de terreno (30% del coste total) y/o de subvenciones.
Para terminar la entrevista, estimó el coste mensual de los servicios básicos de una vivienda en cesión de uso entre 500 y 700 euros», aunque es muy difícil de precisar porque «lo decide el grupo en función de los servicios de los que se dote…»
Sin duda, muchas personas, al leer esta entrevista, habrán sentido curiosidad por conocer más detalles de los proyectos de cohousing.
¡Gracias a elDiario.es por la difusión de este modelo de vida!
¡Gracias a Ginés por la precisión con la que ha expuesto sus ideas!

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